La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó este martes que el cuerpo de agua conocido como Golfo de México seguirá llamándose de esa manera «para el mundo entero», a pesar de la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que busca renombrarlo como ‘Golfo de América’.
«Lo que corresponde a la plataforma continental de Estados Unidos, ellos le llaman Golfo de América. Para nosotros sigue siendo Golfo de México y así será para el mundo entero», declaró Sheinbaum durante su conferencia de prensa matutina.
La mandataria minimizó las implicaciones de la polémica orden, asegurando que el decreto de Trump solo tiene efecto dentro del territorio estadounidense.
La Controversia por el Renombre
La iniciativa del mandatario estadounidense fue anunciada en un discurso el lunes, en el que justificó el cambio de nombre argumentando que México está «gobernado por los cárteles» del narcotráfico y es «un lugar muy inseguro».
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«Dentro de poco, vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a ‘Golfo de América’», proclamó Trump, en una declaración que también incluyó la propuesta de «retomar» el control del Canal de Panamá como parte de su visión de una «nueva era dorada» para Estados Unidos.
La medida tuvo su primera aplicación oficial en el estado de Florida, donde el gobernador republicano Ron DeSantis ordenó que se utilizara el término ‘Golfo de América’ en una alerta meteorológica reciente. Sin embargo, la decisión ha generado críticas tanto en Estados Unidos como en el ámbito internacional.
Reacciones desde México
Sheinbaum subrayó que el resto del mundo seguirá reconociendo el cuerpo de agua como Golfo de México, reafirmando su importancia histórica y cultural para el país. «Lo del Golfo de México, más allá de cualquier cosa, lo establecen para su plataforma continental. Para nosotros sigue siendo Golfo de México y para el mundo entero también», recalcó.
Contexto Político
Esta controversia ocurre en medio de tensiones entre ambos países, marcadas por las declaraciones de Trump sobre México y su insistencia en vincular al país con la crisis de seguridad en la región. Además, su propuesta de renombrar el Golfo ha sido interpretada como un gesto simbólico de dominio geopolítico, que busca reforzar su narrativa de una América fortalecida.
Mientras tanto, expertos en relaciones internacionales han señalado que la orden ejecutiva carece de validez fuera del territorio estadounidense y que es improbable que esta medida tenga mayor impacto en la diplomacia global. «El Golfo de México es reconocido internacionalmente con ese nombre, y un cambio unilateral no sería aceptado por la comunidad internacional», comentó un analista.
La postura de Sheinbaum refleja un rechazo firme hacia lo que muchos consideran una provocación innecesaria. En tanto, el debate sobre esta medida sigue generando reacciones en ambos países, marcando un nuevo episodio en la compleja relación entre México y Estados Unidos. EFE