Nueva versión de La hija del mariachi; La puertorriqueña Essined Aponte y el mexicano Roberto Romano son los dos protagonistas de la nueva versión de ‘La hija del mariachi’, que, tras una larga expectativa, tendrá su estreno este miércoles a las nueve de la noche.
Tras un largo proceso de casting, ellos se quedaron con los papeles principales de esta producción que encantó en su primera versión hace 18 años, y que ahora RCN busca volver a impactar con una historia musical.
Juntos, respaldados por un elenco de talento colombiano, llevarán a la pantalla la apasionante historia de amor entre Rosario, una talentosa cantante colombiana, y Emiliano, un empresario mexicano que busca refugio en Colombia, encontrando en la música ranchera un lenguaje universal de pasión y redención.
Ambientada en el emblemático bar Plaza Garibaldi, la serie celebra la rica tradición de la música mariachi, al tiempo que explora temas universales como el amor, la identidad y la superación de obstáculos.
A GRITO HERIDO
–¿Qué tal la experiencia de hacer un personaje vestida de mariachi?
Essined Aponte: Inicialmente, para mí es una gran responsabilidad porque viví ocho años en México, y allí nadie se pone un traje de mariachi a menos de que sea un verdadero mariachi, pero en esta historia es muy linda esa fusión que se plantea entre las culturas de México y Colombia.
–¿Vio la primera versión de ‘La hija del mariachi’?
Essined Aponte: Yo no me vi ‘La hija del mariachi’ por no llenarme de la Rosario que creó Carolina Ramírez. Creo que ella realizó un personajazo y no quería empaparme de su propuesta; deseaba construir la mía propia con base en la visión de los directores, lo que es una gran responsabilidad, con una propuesta que les gustó a ellos y esperamos que a la gente le guste también. Ha sido un proceso largo pero delicioso.
–¿Cómo ha sido su encuentro con un país como Colombia, donde la cultura mexicana se siente como propia?
Roberto Romano: Me sorprendió mucho. Yo no conocía Colombia, pero sí había escuchado que mi país y mi cultura eran muy queridos aquí. Pero como no lo había visto ni vivido, cuando llegué quedé completamente sorprendido, y es un verdadero honor sentir ese agradecimiento por lo mexicano.
La colombiana y la mexicana son culturas con muchas similitudes, como la calidez, la buena onda y la ligereza. La verdad es que desde que llegué, así me han recibido, con dos directores que lo han apostado todo por mí.
–Colombia es un país muy mexicano en ese aspecto…
Essined Aponte: En los años que viví en México, no vi tantos mariachis como los que he visto en Colombia. Voy a cumpleaños de amigos y siempre llevan mariachis, mientras que en México, al menos en mi entorno, no era tan común. De hecho, cuando llegué, escuchaba muchos vallenatos que ya conocía, pero en versión mariachi, lo que es una cosa muy linda: esa interacción entre las culturas de dos países.
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Creo que es consecuencia de muchas cosas, como las telenovelas y su época de oro, que impactaron fuertemente en Colombia, así como ‘El Chavo del 8’. Además, al llegar, me di cuenta de que la gente conoce y usa muchos dichos mexicanos.
Lo interesante es que, en los últimos años, Colombia se ha puesto a la par y ha influenciado a la cultura mexicana, especialmente en el mundo audiovisual.
–¿Qué tanto el mariachi sigue teniendo gran importancia dentro de las nuevas generaciones en México?
Roberto Romano: Creo que, culturalmente, la ranchera y el mariachi siguen vigentes, están arraigados en todas las generaciones. Crecemos y vivimos con ello. Es una hermosa herencia, aunque se ha ido perdiendo infortunadamente, pero historias como estas llegan a renovar, a volver a escuchar muchas de esas grandes canciones.
–¿Cómo ha sido trabajar en una serie que es muy musical?
Essined Aponte: Ha sido un reto. Me ha tocado construir una Rosario del diario, una chica normal, y a la vez una chica que tiene ese ángel de artista que, cuando sube a la tarima, se transforma completamente. Estos dos componentes hacen que sea un personaje que genera gran desgaste energético. Es sorprendente, y antes no lo creía, pero el despliegue energético que se necesita cuando realizamos escenas de conciertos con público es impresionante.
–¿Cómo describiría esta historia para quienes no la han visto?
Roberto Romano: Fue un proyecto que marcó a una generación y que mucha gente ha visto durante todos estos años. Para mí es un reto y un honor estar en esta historia con un personaje que exalta mi cultura mexicana.
Es una gran responsabilidad, porque es un personaje que la gente quiere mucho y estará muy pendiente de que uno pueda dar lo mejor para mantener ese cariño intacto.
–¿La responsabilidad de hacer una Rosario propia, tras la realizada por Carolina Ramírez?
Essined Aponte: Ha sido un verdadero honor, porque sé bien que la búsqueda por parte de los productores y directores para este papel fue larga. Todos tenían una visión distinta sobre cómo debía ser este personaje ahora, y es innegable que uno quiere dar la talla con un personaje que sigue siendo tan querido por los televidentes. Pero desde el día uno, los directores me dejaron claro que querían una Rosario diferente pero igual de entrañable, lo cual se volvió en mi mayor reto. Fue una construcción colectiva.
He estado pensando en cómo podría ser posible realizar esta historia en otro país. En México lo intentaron y no funcionó muy bien. Por eso, la fuerza está en que sea en Colombia, con toda su idiosincrasia.
( Colprensa)