El juzgado 76 de control de garantías de Bogotá dejó en libertad a Andrés Sotelo Torres, único detenido por la muerte de Juan Felipe Rincón, hijo del general William Rincón.
La decisión fue tomada tras una crítica severa a la Fiscalía por no presentar pruebas sólidas que vincularan al joven de 20 años con el crimen.
Falta de pruebas clave pone en libertad a Andrés Sotelo
Este lunes, el Juzgado 76 de control de garantías de Bogotá ordenó la libertad inmediata de Andrés Camilo Sotelo Torres, quien había sido detenido por la Fiscalía General como principal sospechoso de la muerte de Juan Felipe Rincón, ocurrida el pasado 24 de noviembre en el barrio Quiroga, en la localidad de Rafael Uribe Uribe.
El juez, tras analizar durante cuatro días los elementos presentados en el caso, rechazó las acusaciones de la Fiscalía, que había considerado a Sotelo un peligro para la sociedad y con riesgo de fuga. Según el juez, «si el arma que poseía Andrés Sotelo no era apta para disparar, la inferencia de responsabilidad se desvanece».
Este argumento se basó en los informes de balística de la Fiscalía y el análisis de la necropsia realizada por Medicina Legal, que no lograron demostrar la implicación directa de Sotelo en el crimen.
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Irregularidades en la investigación y presión a testigos
La defensa de Sotelo destacó varias irregularidades en la investigación, como la eliminación de pruebas documentales y la omisión de testimonios clave. Según los abogados, fue el escolta de Sotelo, identificado como Sergio Rico Rueda, quien disparó contra la multitud en la que se encontraba Rincón.
Un video de seguridad habría registrado al escolta disparando sin control, lo que aumenta las dudas sobre la versión oficial que apuntaba a Sotelo como el autor del crimen.
Además, varios testigos citados por la defensa apuntan a Rico Rueda como el responsable de la muerte de Rincón. Uno de estos testigos, una menor de edad, afirmó haber visto al escolta disparando contra el grupo de personas que presuntamente se estaba enfrentando a Rincón por sus actitudes hacia menores de edad en el barrio.
Este testimonio, junto al informe de balística que indicaba que solo una de las armas encontradas en la escena era apta para disparar, refuerza la versión de la defensa.
La versión de la Fiscalía y el futuro del caso
Por su parte, la Fiscalía General había imputado a Sotelo por homicidio agravado y porte ilegal de armas, delitos que conllevan una posible condena de hasta 50 años de prisión. A pesar de esto, el joven de 20 años se declaró inocente durante la audiencia, insistiendo en que no disparó el arma que causó la muerte de Rincón.
En su defensa, Sotelo argumentó que no tenía la capacidad de haber disparado, dado que el arma que portaba no estaba en condiciones de hacerlo.
Este fallo judicial pone en entredicho la solidez de la investigación de la Fiscalía y deja abierta la pregunta de quién fue realmente responsable de la tragedia. La libertad de Sotelo, por ahora, no cierra el caso, y se esperan nuevas investigaciones que arrojen claridad sobre los hechos ocurridos en la mañana del 24 de noviembre.
Incertidumbre y críticas a la Fiscalía
La decisión del juez no solo dejó en libertad a Sotelo, sino que también lanzó un fuerte mensaje a la Fiscalía sobre la necesidad de presentar pruebas sólidas y coherentes en los casos que afectan la seguridad y la justicia. Aunque el caso no está cerrado, este fallo subraya la importancia de un manejo adecuado de las pruebas y una investigación imparcial para esclarecer la verdad.