El presidente, Gustavo Petro, solicitó este domingo la conformación de una comisión independiente para examinar las circunstancias del ataque armado contra una patrulla militar en el departamento del Guaviare, en el que murieron nueve soldados y se reportaron uniformados secuestrados, mientras las autoridades avanzan en la verificación de los hechos.
A través de su cuenta en la red social X, Petro señaló que la investigación debe contemplar los «contenidos de la decisión de disminuir el cese al fuego» tomada frente a los frentes bajo las órdenes de alias «Calarcá«.
El jefe de Estado afirmó: “Soy responsable de la vida de cada joven que hay en la fuerza pública, y quiero que todos regresen sanos y salvos a sus familias, porque este gobierno es un gobierno construido alrededor de la vida, su defensa y proyección.”
Petro explicó que “en Colombia nadie debe morir por manos de otros” y destacó que el acuerdo más reciente con los grupos armados establece un mes de plazo para definir, con participación comunitaria, las obras y políticas públicas prioritarias en los territorios, así como la concentración de tropas en zonas especiales para la dejación de la violencia.
El primer mandatario concluyó que su esfuerzo está dirigido a “que las madres de los colombianos nunca reciban más a sus hijos muertos” y recalcó que ese dolor “debe cesar”.
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El ataque armado, atribuido de manera preliminar a disidencias de las Farc, se registró contra una patrulla del Batallón de Infantería N.º 19 José Joaquín París que realizaba operaciones en zona rural del Guaviare. Según reportes, el atentado dejó nueve soldados muertos y, presuntamente, al menos diez uniformados secuestrados.
Una comisión integrada por el general Erick Rodríguez Aparicio, jefe de Operaciones del Ejército, y el general Olveiro Pérez, inspector de la institución, fue enviada a San José del Guaviare para verificar los hechos y coordinar las investigaciones desde el puesto de mando de la Brigada 22.
El atentado en Guaviare se produce en medio de un aumento de homicidios de miembros de la Fuerza Pública bajo el denominado «plan pistola» impulsado por diferentes grupos armados ilegales. De acuerdo con cifras oficiales, esta ofensiva deja 18 uniformados asesinados en lo que va del año.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, explicó que los ataques son perpetrados por “sicarios que actúan con cobardía, camuflándose entre la población civil para atacar a traición.”
Detalló que mientras en Antioquia, Córdoba y la costa Atlántica los responsables serían integrantes del ‘Clan del Golfo’, en Norte de Santander operaría el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y en Cauca disidencias de las Farc.
(Colprensa)