La Procuraduría General de la Nación ha puesto bajo la lupa a las Empresas Municipales de Cali (EMCALI) debido a graves deficiencias en el proceso de selección del aliado estratégico para el alumbrado público. Desde el pasado 5 de diciembre, el ente de control ha insistido en que la entidad no cuenta con un documento oficial que establezca etapas, plazos ni reglas claras de participación, lo que pone en riesgo la transparencia del proceso.
Uno de los puntos más críticos señalados por el Ministerio Público es la naturaleza de las respuestas de EMCALI, calificándolas de «generales y evasivas». Especialmente, se cuestionan las acciones tomadas tras la finalización del polémico contrato con Moreno Servicios Legales S.A.S., una transición que, según la Procuraduría, carece de claridad administrativa.
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Fallas en el manual de contratación y opacidad aunque EMCALI intentó amparar sus acciones bajo su manual de contratación, la Procuraduría fue tajante al advertir que dicho documento excluye explícitamente a las alianzas estratégicas. Además, resulta contradictorio que la empresa realice «evaluaciones de propuestas» en una fase que ellos mismos denominan como «no vinculante».
El ente de control también rechazó la negativa de EMCALI de publicar el proceso en el SECOP. Recordó que, por ley, toda actividad contractual —incluida la etapa precontractual— debe ser pública. La falta de un cronograma definido y de productos de consultoría finalizados ha llevado a la Procuraduría a dar una recomendación drástica: reiniciar el proceso desde cero.
Puntos clave exigidos por la Procuraduría:
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Publicidad total: Transparencia absoluta desde antes de la firma.
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Reglas claras: Definir criterios de evaluación antes de recibir propuestas.
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Cronograma real: Establecer plazos que garanticen el control ciudadano.
Foto tomada de Colprensa
