La Procuraduría General de la Nación alzó su voz para exigir medidas inmediatas de protección y asistencia humanitaria para 64 integrantes de la comunidad indígena Nukak, quienes se desplazaron desde la vereda Tierra Alta hacia Agua Bonita, en San José del Guaviare, tras el asesinato de un joven, presuntamente a manos de un grupo armado ilegal.
Este hecho, que ha sembrado temor entre la comunidad, pone en evidencia la vulnerabilidad de este pueblo nómada, declarado en riesgo de extinción por la Corte Constitucional.
El trágico asesinato de un joven nukak desató pánico en la comunidad asentada en Tierra Alta, llevándolos a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
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La Procuraduría destacó que este desplazamiento masivo, motivado por el temor a nuevas agresiones, refleja la grave crisis humanitaria que enfrentan los Nukak, víctimas históricas del conflicto armado, la deforestación y la presencia de actores armados en el Guaviare.
Durante sesiones extraordinarias del Comité de Justicia Transicional y el Consejo Municipal de Seguridad, la Procuraduría instó a las autoridades a actuar con rapidez:
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Gobernación de Guaviare y Alcaldía de El Retorno: Coordinar la entrega de ayuda humanitaria para cubrir necesidades básicas como alimentación, refugio y agua potable.
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Fiscalía Regional: Avanzar en la investigación del homicidio para garantizar justicia y prevenir nuevos actos de violencia.
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Fuerza Pública: Implementar rutas de atención en salud, apoyo psicosocial y seguridad para proteger a la comunidad desplazada.
En respuesta, la Fuerza Pública ha organizado un plan integral que incluye jornadas de salud, distribución de ayudas humanitarias, acompañamiento psicosocial y refuerzo de la seguridad en Agua Bonita para resguardar a los Nukak.