En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump planea firmar diez órdenes ejecutivas centradas en la migración, entre las que destaca una medida destinada a «cerrar» la frontera con México mediante el despliegue de militares, y otra para declarar a los carteles del narcotráfico como grupos terroristas.
Estas acciones marcarán el tono de su nueva administración, que también abordará temas relacionados con energía, política exterior y restricciones a derechos de la comunidad LGTBIQ+.
Emergencia nacional y despliegue militar
El equipo de Trump explicó en una llamada con periodistas que una de las órdenes incluirá la declaración de emergencia nacional, lo que permitirá al Departamento de Defensa movilizar tropas activas, reservistas de la Guardia Nacional y otros efectivos a la frontera con México.
El objetivo principal será combatir la migración irregular y el narcotráfico, además de reforzar la seguridad fronteriza con la reanudación de la construcción del muro.
Carteles del narcotráfico como organizaciones terroristas
Otra medida clave será la designación de los carteles del narcotráfico y bandas criminales, como la Mara Salvatrucha y el Tren de Aragua, como organizaciones terroristas. Esto prohibirá cualquier colaboración con estos grupos y podría facilitar el uso de herramientas legales más severas contra ellos.
Regreso del programa ‘Quédate en México’
Trump también planea reinstaurar el programa ‘Quédate en México‘, formalmente conocido como Protocolos de Protección a Migrantes (MPP). Este programa obligaría a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resuelven sus trámites.
Cabe recordar que esta política fue implementada durante su primer mandato y eliminada por la administración Biden en 2022.
Ciudadanía por nacimiento en la mira
Entre las medidas más controversiales está la emisión de una orden ejecutiva que busca eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes en situación irregular.
Este principio está protegido por la Constitución de EE.UU., por lo que cualquier intento de modificarlo podría requerir un complejo proceso de enmienda constitucional, planteando dudas sobre la viabilidad de esta iniciativa.
Reacción de México y otras implicaciones
El gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, rechazó categóricamente estas medidas, calificándolas de unilaterales. El canciller Juan Ramón de la Fuente subrayó que el programa ‘Quédate en México’ no impone obligaciones formales a México, aunque admitió que podría haber acuerdos puntuales entre ambos países.
Además, destacó los avances logrados por México en la reducción de la migración irregular, como una disminución del 78 % en los arrestos diarios en la frontera.
Por otro lado, Trump también firmará una órden simbólica para renombrar el golfo de México como “golfo de América”, una medida que carece de efectos legales internacionales pero que refleja su postura nacionalista.
Estas acciones, que serán anunciadas formalmente tras su investidura, delinean un enfoque migratorio más restrictivo y un discurso firme contra el crimen organizado, generando tensiones tanto a nivel interno como en las relaciones bilaterales con México. EFE