El sistema de salud en Colombia atraviesa una grave crisis que afecta directamente a la población infantil. La falta de liquidez en las EPS ha provocado el cierre progresivo de unidades pediátricas y neonatales en hospitales de todo el país, dejando a miles de niños sin acceso oportuno a atención médica especializada.
Un panorama preocupante
Durante los últimos dos años, se han cerrado 825 camas de hospitalización pediátrica y 322 de neonatología en distintas ciudades del país, incluyendo Bogotá, Cali, Medellín y Boyacá.
En lo corrido del año, instituciones como la Clínica Farallones en Cali y la Clínica Andes en Boyacá han clausurado sus unidades pediátricas, dejando a los menores sin espacios adecuados para su atención.
Los especialistas advierten que esta situación se agrava debido a que los servicios pediátricos no generan rentabilidad para los hospitales, lo que los convierte en los primeros en ser eliminados cuando hay problemas financieros.
Impacto en la salud infantil
El cierre de estas unidades no solo afecta a los hospitales de grandes ciudades, sino que tiene un impacto devastador en municipios más pequeños, donde las opciones de atención son aún más limitadas. La falta de camas pediátricas aumenta los tiempos de espera en urgencias, dificulta las remisiones y, en muchos casos, pone en riesgo la vida de los niños al retrasar tratamientos críticos.
Con la llegada de la temporada de lluvias y el incremento de enfermedades respiratorias, el problema se agudiza. Padres y madres que buscan atención para sus hijos enfrentan una realidad alarmante: hospitales con capacidad únicamente para adultos y sin recursos para tratar a la población infantil.
Un llamado urgente a las autoridades
Ante esta crisis sin control, expertos y entidades médicas han hecho un llamado urgente a las autoridades nacionales y locales para que implementen medidas que garanticen el acceso a la salud infantil. De no tomarse acciones inmediatas, la situación podría empeorar, con más cierres proyectados en clínicas y hospitales de Valle del Cauca, Antioquia y Bogotá.
El acceso a la salud es un derecho fundamental, y la vida de miles de niños colombianos depende de una respuesta rápida y efectiva por parte del sistema de salud.
Créditos: Norberto Patarroyo