El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al parecer no ha visto la carta que le envió Gustavo Petro el pasado 23 de junio, en la que buscaba bajar el tono de la confrontación, luego de las acusaciones que hizo a ese Gobierno desde Cali de ser partícipe de un golpe de Estado en su contra.
Así lo señaló la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien no pudo confirmar que el presidente Petro conociera la comunicación.
“No estoy segura si el presidente ha visto esa carta, pero puedo consultarlo con él en el Consejo de Seguridad Nacional”, dijo.
Tras esta respuesta, la Cancillería confirmó que la carta sí fue enviada el pasado 23 de junio por intermedio del embajador de Colombia en los Estados Unidos, Daniel García Peña.
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“Envió copia de la carta del presidente Gustavo Petro dirigida al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en referencia a los comentarios hechos sobre el secretario de Estado Marco Rubio”, señala una misiva firmada por García Peña que acompañaba la carta de Petro.
Esa carta firmada por García Peña fue entregada a la Casa Blanca a través de Michael Kozak, funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos para la oficina de asuntos del hemisferio occidental.
Cabe recordar que este pronunciamiento de Petro se envió unos días antes de que el gobierno de EE.UU. llamara a su encargado de negocios en Colombia a consultas, muestra un presidente Petro más conciliador, aclarando sus comentarios sobre el Secretario de Estado, Marco Rubio.
“Deseo aclarar que cualquier expresión mía que haya sigo interpretada como una acusación directa sobre la participación en un supuesto golpe de Estado, no tenía la intención de señalar a nadie de la era personal ni de cuestionar sin fundamentos el papel de los Estados Unidos«, señala Petro.
No solo el presidente colombiano acepta que ha hecho acusaciones sin fundamentos, sino que reconoce que «es posible que algunas de mis palabras hayan sido percibidas innecesariamente como duras«.
Agrega que comparte la responsabilidad «de cuidar las palabras y los gestos, particularmente en tiempos de agitación«.
En un tono más conciliador y poco frecuente en Petro, asegura que su propósito “no es cerrar puertas, sino abrir caminos para una conversación honesta y respetuosa” entre ambos países.
No obstante, pese a que ya van dos semanas transcurridas de esta carta, lo cierto es que no arrojo ningún resultado para alivianar las asperezas entre Colombia y los Estados Unidos, que ahora mantienen una crisis diplomatica que podría tener graves consecuencias.
(Colprensa)