El panorama migratorio en Canadá ha cambiado drásticamente en los últimos años, y las organizaciones de refugiados temen que las nuevas políticas del gobierno canadiense, sumadas a las tensiones con Estados Unidos, puedan empujar a los migrantes a tomar decisiones desesperadas y peligrosas.
Desde el inicio del mandato de Justin Trudeau, el país había sido visto como un refugio para quienes huían de la persecución y la violencia, especialmente tras la victoria de Donald Trump en 2016.
Sin embargo, con los cambios recientes en las políticas migratorias y la creciente presión política interna, las puertas de Canadá parecen estar cerrándose para muchos solicitantes de asilo.
Fotos: EFE
Un giro de 180 grados en las políticas migratorias
Cuando Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en 2017, implementando políticas restrictivas hacia los refugiados y migrantes, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, fue claro al mostrar su apoyo a aquellos que huían de la persecución.
A través de un mensaje en redes sociales, Trudeau declaró: “A aquellos que huyen de la persecución, el terror, la guerra, los canadienses les darán la bienvenida sin importar su fe. La diversidad es nuestra fuerza”. Sin embargo, siete años después, ese discurso ha dado paso a una postura más restrictiva.
El 12 de noviembre de 2023, Marc Miller, ministro de Inmigración de Canadá y cercano aliado de Trudeau, hizo una declaración alarmante: “La realidad es que no todos son bienvenidos aquí”. Esta declaración refleja el cambio en la política migratoria del país y está generando gran preocupación entre las organizaciones que trabajan con refugiados y migrantes, quienes temen que las nuevas restricciones compliquen aún más el acceso a la protección en Canadá.
El temor de las organizaciones de refugiados
Loly Rico, fundadora de FCJ Refugee Centre, una de las organizaciones más importantes en la defensa de los derechos de los refugiados en Canadá, expresó su profunda preocupación por el giro en la política migratoria del gobierno canadiense.
«Si con el gobierno de Trudeau se han cerrado las puertas para la migración, si cambia el gobierno, será mucho peor», declaró a EFE. Rico se refiere a la creciente popularidad de Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá, quien podría asumir el poder en las próximas elecciones.
Poilievre ha mostrado posturas más duras respecto a la inmigración, lo que genera temor de que, de llegar a la presidencia, la situación empeore aún más para los solicitantes de asilo.
El aumento de solicitudes de información sobre cómo pedir asilo en Canadá, especialmente desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, refleja el creciente interés por encontrar una vía segura para ingresar al país. Sin embargo, las nuevas políticas están dificultando esta opción.
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Cambios legislativos y mayor control fronterizo
Uno de los cambios más significativos ocurrió en 2023, cuando Canadá renegoció con Estados Unidos el «Acuerdo del Tercer País Seguro», lo que había permitido que los solicitantes de asilo pudieran ingresar por pasos irregulares en la frontera.
Con la nueva reforma, ese vacío legal ha sido cerrado, restringiendo aún más la posibilidad de que los migrantes busquen refugio en Canadá desde territorio estadounidense.
Además, el gobierno de Trudeau anunció medidas adicionales que, en 2025, obligarán a 1,2 millones de residentes temporales, entre ellos trabajadores y estudiantes, a abandonar el país. También se reducirá el número de inmigrantes a Canadá en un 27% durante los próximos tres años.
Estas políticas están generando un temor generalizado entre los defensores de los derechos de los refugiados, quienes anticipan que el número de personas que intentarán cruzar de forma irregular la frontera se incrementará, exponiéndose a riesgos innecesarios, como ya ocurrió en el invierno de 2022, cuando una familia india de cuatro personas murió congelada al intentar ingresar a Canadá.
Tensiones con Estados Unidos y el futuro incierto
El contexto internacional también juega un papel clave en el futuro de las políticas migratorias de Canadá. Tom Homan, quien fue candidato a ser el «zar fronterizo» bajo la administración de Trump, advirtió recientemente sobre lo que consideró un «enorme problema de seguridad nacional» en la frontera norte de Estados Unidos.
Homan argumentó que los ciudadanos de países considerados como patrocinadores de terrorismo están utilizando a Canadá como puerta de entrada para ingresar ilegalmente a Estados Unidos, lo que podría llevar a un endurecimiento aún mayor de las políticas migratorias en ambas naciones.
Un futuro incierto para los refugiados
Con las nuevas medidas que ya están en marcha, las organizaciones que trabajan con refugiados en Canadá enfrentan un panorama cada vez más desgarrador. Loly Rico advirtió que, sin importar quién gobierne, la situación para los refugiados y migrantes en Canadá podría empeorar aún más, especialmente si las políticas de inmigración siguen siendo cada vez más restrictivas. Las opciones para los migrantes se están reduciendo rápidamente, y muchos temen que las nuevas políticas conviertan a Canadá, que alguna vez fue un refugio para los necesitados, en una fortaleza impenetrable.
En resumen, la política migratoria de Canadá está experimentando un giro preocupante, pasando de un enfoque de bienvenida a un cierre de puertas cada vez más evidente. Si este cambio se profundiza, el futuro de los refugiados y migrantes en Canadá podría estar en grave peligro.