Los murciélagos, las lechuzas, los ratones y los búhos hacen parte de las especies estigmatizadas.
Corantioquia reitera el mensaje a cuidar y respetar la vida la fauna silvestre, en temporada de Halloween el llamado es a no estigmatizar algunas especies, por el contrario, esta autoridad ambiental invita a reconocer la importancia de la actividad ecosistémica de estos individuos.
El departamento de Antioquia es el hábitat de muchos animales silvestres, algunos especialmente por sus características físicas y particulares se han hecho merecedores de estigmas y mala fama. En época de Halloween esta creencia que recae sobre estos animales se exacerba, poniéndolos en riesgo de ser heridos y/o asesinados.
En el imaginario popular, abundan historias terroríficas de animales que por su apariencia son considerados monstruos peligrosos y malintencionados. Especies como los murciélagos, las arañas, los búhos, las lechuzas, los sapos o ranas, los ratones y las serpientes son víctimas de estos señalamientos que, sin duda, distan de ser verdad.
Mitos como que los murciélagos solo se alimentan de sangre, que los búhos y lechuzas son en realidad brujas o compañeras de estas y que traen malos presagios para quienes las observan, hacen parte de nuestra cultura. Al igual que la creencia de que todas las arañas son venosas; y que los sapos o ranas escupen veneno, provocando verrugas en quienes se acercan a ellos, son fuente de historias para niños y adultos. En Halloween, estas toman mayor protagonismo.
Todos estos mitos y falsas creencias ponen en estado de vulnerabilidad a los individuos de estas especies, que se ven maltratados y en peligro solo por su apariencia física.
Olga Lucía Zapata Marín, Subdirectora de Ecosistemas de Corantioquia
Particularmente Increíbles
Muchas historias fantásticas en época de Halloween y que hacen parte de la narrativa popular han influido en que ciertos animales sean considerados peligrosos y desagradables para muchas personas. Sin embargo, estas especies cumplen funciones importantes en el equilibrio de los ecosistemas y en la estabilidad del ciclo de vida.
Colombia es el segundo país a nivel mundial en variedad de murciélagos, especie que ha sido una de las más estigmatizas por sus hábitos nocturnos y por la creencia popular de que todos son hematófagos; es decir, se alimentan de sangre, cuando estos solo representan el 1,4 % de este grupo. Sin embargo, y pese a lo popularizado de esta creencia el resto de especies se alimentan de diversos recursos como lo son insectos (insectívoras), frutas (frugívoros), néctar (nectarívoros) y otra pequeña parte de peces, ranas, reptiles y pequeños mamíferos (carnívoros).
Las lechuzas, al igual que los búhos y los murciélagos, son nocturnas, este hábito compartido ha sido materia de especulación para relacionarlos con historias siniestras y de terror. Sin embargo, esta singular ave cumple un rol fundamental en el control de plagas y en el equilibrio de los ecosistemas. Las lechuzas, tanto como los búhos tienen la capacidad de girar su cabeza 270°, habilidad que les sirve para detectar sus presas y evitar depredadores, no como dicen las historias populares, por ser brujas o animales encantados.
Compartimos estas preciosas imágenes tomadas por Mateo García, @mateogarciamejia
Feamente Encantadores
Los sapos y/o ranas, en el argot popular son sinónimo de fealdad; sin embargo, estos anfibios tienen una importancia ecosistémica singular. Su presencia, contrario a lo que se cree es una buena señal. Encontrar estos anfibios en el territorio es indicador de calidad ambiental, la abundancia de estos en fuentes hídricas indica condiciones ambientales óptimas, y su desaparición podría ser una señal de peligro y preocupación.
Las serpientes son consideradas peligrosas y agresivas, no obstante, el comportamiento natural de estos animales es todo lo contrario. Las serpientes son sigilosas y tratan de pasar desapercibidas para así alcanzar sus presas sorpresivamente. Los encuentros con humanos son meramente accidentales, sea por la pérdida de territorio a causa de la deforestación, por inundaciones o incendios en sus hábitats que las obligan a desplazarse; es ahí donde el contacto con personas puede ser desafortunado.
Las serpientes por su apariencia física son asociadas con la maldad y los demonios, muy al contrario, a esta creencia, las serpientes permiten mantener un ecosistema estable y saludable alimentándose de ciertas especies que pueden constituir una plaga, como ratones, ratas, anfibios y otras especies. Al igual, que sirven de alimento, para otros animales como las águilas, zarigüeyas, y jaguares, tan emblemáticos en nuestro departamento.
Los ratones son de gran importancia en cualquier ecosistema: su rol en la naturaleza está enfocado en la dispersión de semillas, en la mejora de la estructura del suelo y con ello la retención de agua, también aportan material orgánico y aumentan la fertilidad de la tierra. Su presencia, garantiza la supervivencia de otras especies que basan sus dietas en la ingesta de ellos.
Los ratones habitan casi cualquier espacio en el mundo, así que no es extraño que se encuentren en bosques, praderas, cuevas, y viviendas rurales; su presencia en lugares recónditos no significa que este espacio este embrujado o lleno de fantasmas, solo es un lugar tranquilo para su supervivencia.