En los últimos días, la guerra entre el ELN y el frente 33 de las disidencias de las FARC ha golpeado salvajemente a la población del Catatumbo, obligando a las familias a huir de sus viviendas en busca de un lugar seguro donde escampar.
Por medio de un comunicado emitido este 29 de diciembre por organizaciones sociales y humanitarias de la región, los nuevos enfrentamientos han dejado el desplazamiento de más de 300 personas, restricciones a la movilidad, bloqueos a misiones médicas y humanitarias, así como afectaciones a la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación.
A través de la denuncia, también se señala que, en vísperas de la Navidad, cerca de 223 familias salieron despavoridas de vereda Tibú con destino a la ciudad de Cúcuta y el casco urbano de Tibú.
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Esta situación, ya advertida por la mesa humanitaria desde noviembre, pone en alto riesgo a comunidades campesinas e indígenas, especialmente a niñas, niños, personas mayores y líderes sociales.
Finalmente, el comunicado exige al Gobierno nacional tomar acciones inmediatas de protección y atención humanitaria, manteniendo el respeto al DIH por los actores armados. Esta alarma ya había sido emitida también por la Defensoría del Pueblo en octubre por medio de comunicados de llamados de urgencia. Sin embargo, el auxilio del Gobierno se ha hecho ausente desde antes de la emisión de las denuncias.
Imagen Colprensa
