Una fuerte conmoción se vive en el departamento de Arauca tras confirmarse el hallazgo de una fosa común con ocho cuerpos en una zona selvática del municipio de Calamar, Guaviare. Las víctimas eran habitantes de Arauca que habían sido reportados como desaparecidos desde inicios de abril.
La Fiscalía General de la Nación atribuyó el hecho al Frente Primero Armado Ríos, una estructura de las disidencias de las FARC. Según las investigaciones, las víctimas habrían sido convocadas entre el 4 y el 7 de abril por este grupo armado, acusadas de colaborar con el ELN. Tras ser interrogadas, habrían recibido la orden de ejecución por parte del círculo cercano a alias “Iván Mordisco”, líder de esa organización.
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Entre los identificados se encuentran James Caicedo, pastor cristiano, y Nixon Peñaloza, líder comunitario de la vereda Pueblo Seco. También fueron reconocidos Jesús y Carlos Valero, Marivel Silva, Isaías Gómez, Maryuri Hernández y Oscar Hernández.
El hallazgo, ocurrido el 30 de junio, ha provocado una ola de indignación en Arauca. Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han rechazado el crimen y piden al Gobierno una respuesta contundente. Exigen presencia institucional, garantías para líderes sociales y el fin de la impunidad en zonas golpeadas por el conflicto.
La comunidad también ha solicitado que se aceleren las investigaciones para esclarecer los hechos y garantizar justicia para las familias afectadas.