El Ministerio de Defensa ruso confirmó el impacto de misiles balísticos estadounidenses ATACMS lanzados por Ucrania, marcando un nuevo hito en el conflicto.
En un hecho sin precedentes, Rusia ha confirmado el primer ataque con misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense por parte de Ucrania contra una instalación militar en territorio ruso.
Según el informe proporcionado por el Ministerio de Defensa, cinco de los misiles fueron interceptados, mientras que un sexto impactó en una base en la región fronteriza de Briansk. El ataque, aunque sin víctimas ni daños significativos, marca un aumento en la tensión bélica.
Por su parte, fuentes militares ucranianas indicaron al medio RBK que el objetivo del ataque fue una instalación en la ciudad de Karáchev, en la región rusa de Kursk, también fronteriza con Ucrania.
«Es la primera vez que usamos misiles ATACMS para golpear territorio ruso», reveló una fuente militar ucraniana, dando a entender el uso de este armamento para atacar más allá de sus fronteras.
El Estado Mayor ucraniano también destacó un “ataque exitoso” sobre un arsenal militar en Briansk, aunque no especificó el armamento utilizado.
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Luz verde desde Washington
El ataque se produce tras informes que indican que Estados Unidos autorizó el uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania para objetivos militares en Rusia. Según medios estadounidenses, el permiso de la Casa Blanca se limita a ataques en la región de Kursk, parcialmente ocupada por Ucrania, donde Moscú ha desplegado refuerzos, incluidos soldados norcoreanos, para repeler a las fuerzas ucranianas.
Objetivo del ataque: Arsenal en Briansk
De acuerdo con Andrí Kovalenko, miembro del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, el objetivo en Briansk albergaba municiones de artillería, bombas guiadas y misiles antiaéreos.
Kiev ha presionado durante meses para contar con autorización para atacar objetivos militares en territorio ruso utilizando misiles occidentales, una posibilidad que hasta ahora sus aliados le habían negado por temor a las represalias de Rusia.
Moscú ha advertido que cualquier ataque con armamento occidental en su territorio será considerado como una escalada del conflicto y un posible acto de guerra por parte de la OTAN.