La tranquilidad de la noche del sábado 18 de enero se vio brutalmente interrumpida en el sector de Caño Seco, en Yopal, cuando dos ciudadanos venezolanos perdieron la vida a manos de sicarios.
El doble homicidio ocurrió frente a un lavaautos, sobre las 8:00 de la noche. Las víctimas, identificadas como José Mario Díaz y Leandro Marín, se encontraban junto a otra persona en una baranda metálica que divide la vía del canal de aguas lluvias.
Según testigos, dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron al lugar y dispararon indiscriminadamente contra ellos, quitándoles la vida de manera inmediata. Un tercer acompañante logró escapar por el canal, convirtiéndose en un testigo clave para esclarecer el atroz crimen.
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José Mario Díaz, según se supo minutos después del hecho, había llegado hace pocos meses a Yopal desde Cali y vivía con su familia en la ciudad. Por su parte, de Leandro Marín no se dieron a conocer mayores detalles públicos.
Las primeras versiones oficiales apuntan a que el doble asesinato podría estar relacionado con una disputa territorial vinculada a la venta de estupefacientes. Esta hipótesis se refuerza debido a la reputación del canal Caño Seco, conocido como un corredor frecuentado por microtraficantes, consumidores y jóvenes involucrados en actividades de trabajo sexual, desde la calle 24 hasta la calle 9.
Mientras los investigadores trabajan para esclarecer los hechos, se han desplegado esfuerzos para recopilar pruebas cruciales. Las autoridades revisan cámaras de seguridad de la zona, realizan entrevistas a vecinos y analizan el testimonio del sobreviviente, quien podría aportar detalles esenciales sobre los sicarios y los motivos detrás del ataque.