Los campesinos del país han manifestado su inconformidad con el Gobierno Nacional debido a la falta de intención real en las negociaciones del sector agropecuario.
A pesar de dos años y medio de mesas permanentes y cinco meses de diálogo, el Ejecutivo no ha atendido las peticiones con funcionarios que tengan poder de decisión.
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El sector arrocero, que genera 68,846 empleos directos en 211 municipios de 23 departamentos, es un pilar estratégico de la economía rural.
Además, el arroz es un producto esencial de la canasta familiar, con un impacto directo en la estabilidad del mercado interno. Sin embargo, los productores enfrentan condiciones injustas que los ponen en desventaja frente a la competencia internacional.
Los campesinos exigen precios justos y políticas que protejan a los productores colombianos. Por ello, han solicitado la presencia de los ministros de Agricultura, Interior, Ambiente, Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) para lograr acuerdos que beneficien al campo.
Ante la falta de respuestas concretas, los campesinos han anunciado que continuarán con bloqueos y concentraciones en todo el país hasta que sus demandas sean escuchadas.
«Nos están obligando a perder nuestras cosechas, a quebrar… y no queremos perder nuestras tierras«, afirman los productores, quienes se mantienen firmes en su pliego de peticiones.