El Gabinete de Seguridad de Israel se reunirá este martes en Tel Aviv para discutir y potencialmente aprobar un acuerdo de alto el fuego propuesto por Estados Unidos con la milicia chií Hizbulá, que ha intensificado los ataques desde el sur del Líbano hacia territorio israelí.
El acuerdo, que se basa en una propuesta del enviado especial de la administración Biden, Amos Hochstein, prevé un alto el fuego de 60 días, durante los cuales las fuerzas israelíes se retirarían del sur del Líbano, las tropas libanesas se desplegarían en la frontera y Hizbulá se replegaría más allá del río Litani.
Controversias en el Gabinete israelí
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha expresado su apoyo «en principio» a la propuesta, pero con algunas «reservas» sobre las condiciones del acuerdo.
Una fuente cercana a las negociaciones explicó que las preocupaciones de Israel se centran en mantener «la libertad de acción» para realizar acciones militares dentro de Líbano si Hizbulá incumple los términos del alto el fuego y las fuerzas libanesas no responden adecuadamente.
Las condiciones de Israel
Según el ministro de Exteriores, Gideon Saar, el acuerdo de alto el fuego depende de dos condiciones clave: primero, impedir que Hizbulá avance más allá del río Litani, y segundo, garantizar que la milicia chií no pueda reconstruir ni rearmar sus fuerzas en todo el Líbano.
Estas condiciones son esenciales para Israel, dado el historial de tensiones con Hizbulá, que se ha visto involucrado en enfrentamientos militares a lo largo de la frontera desde el inicio de los combates en 2023.
Rechazo interno al acuerdo
La propuesta de alto el fuego ha generado controversia dentro de Israel, especialmente entre los líderes políticos y los alcaldes de las ciudades del norte, que se han visto directamente afectados por los ataques de Hizbulá. Benny Gantz, líder del partido de oposición Unidad Nacional, ha instado a Netanyahu a proporcionar más detalles sobre los términos del acuerdo, asegurando que los ciudadanos y soldados israelíes tienen derecho a conocer los riesgos implicados.
Los alcaldes de Kiryat Shmona y Metula, dos de las ciudades más afectadas por los constantes disparos de cohetes y drones de Hizbulá, han calificado el posible acuerdo como un «acto de rendición».
Avichai Stern, alcalde de Kiryat Shmona, criticó en redes sociales que el acuerdo podría «acelerar la repetición del ataque del 7 de octubre», una referencia al devastador asalto por parte de fuerzas extranjeras que afectó gravemente al norte de Israel.
Impacto humanitario y la situación en Líbano
Desde el comienzo de los enfrentamientos, más de 3.500 libaneses han perdido la vida, y más de 15.000 han resultado heridos. En Israel, 78 personas han muerto, de las cuales 47 eran civiles.
Mientras la comunidad internacional aboga por una solución pacífica, la situación en la frontera sigue siendo volátil, con sectores de la población israelí preocupados por la seguridad a largo plazo.
¿Un alto el fuego duradero?
A medida que el Gabinete de Seguridad de Israel se prepara para deliberar sobre la propuesta de alto el fuego, persisten las dudas sobre la viabilidad de una paz duradera en la región.
Mientras algunos sectores dentro del país ven el acuerdo como una oportunidad para reducir las tensiones, otros consideran que ceder ante Hizbulá podría poner en peligro la seguridad de Israel.
En un contexto tan incierto, el tiempo será crucial para determinar si este acuerdo puede garantizar la estabilidad, o si será simplemente un alto temporal en un conflicto que ha dejado miles de víctimas.