En una decisión sin precedentes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el cierre de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), la principal institución del país encargada de la cooperación internacional y la asistencia humanitaria.
La medida fue confirmada por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien además anunció que asumirá como director interino de la entidad en medio del proceso de desmantelamiento.
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La noticia generó conmoción en el personal de la agencia, que el lunes recibió un correo electrónico informándoles que la sede en Washington, D.C., permanecería cerrada y que debían trabajar de manera remota hasta nuevo aviso. Además, las cuentas oficiales de Usaid en redes sociales fueron desactivadas y su página web quedó fuera de servicio.
Elon Musk, empresario y aliado de Trump, fue el primero en anunciar la clausura de Usaid, argumentando que la entidad no podía ser reformada.
“No es una manzana con un gusano, sino una bola de gusanos”, escribió en su red social X, asegurando que la agencia tenía “irregularidades estructurales” que impedían su funcionamiento eficiente.
El futuro de la cooperación internacional
La Usaid, fundada en 1963, contaba con cerca de 10.000 empleados y manejaba un presupuesto de aproximadamente 50.000 millones de dólares en 2023.
Su labor se centraba en programas de ayuda humanitaria, desarrollo económico y fortalecimiento democrático en distintos países, aunque ha sido objeto de controversias por su supuesta injerencia en asuntos internos de otras naciones.
Desde su llegada al poder, Trump ha manifestado su interés en reducir el tamaño del Gobierno federal y recortar los fondos destinados a programas internacionales. Según reportes de CBS News, la administración republicana evalúa trasladar algunas de las funciones de la Usaid al Departamento de Estado, lo que implicaría una drástica reducción en su personal y operaciones.
El nombramiento de Marco Rubio como director interino refuerza esta intención. Durante un viaje a El Salvador, el senador y ahora secretario de Estado criticó a la agencia por su falta de alineación con la política exterior estadounidense y denunció que algunos de sus empleados se estaban “insubordinando” al negarse a cooperar con el nuevo gobierno.
Reacciones y consecuencias
La decisión ha generado reacciones encontradas. Mientras sectores republicanos aplauden la medida como un paso hacia la eficiencia gubernamental, líderes internacionales y organismos humanitarios han expresado su preocupación por el impacto que tendrá el cierre de Usaid en países en crisis que dependen de su ayuda.
Desde la Casa Blanca no se han dado detalles sobre un plan de transición o si habrá alternativas para los programas que la agencia ejecutaba en distintos continentes.
Sin embargo, Rubio dejó claro que cada dólar gastado debe estar alineado con los intereses estratégicos de Estados Unidos, lo que sugiere un drástico cambio en la política de cooperación internacional del país. EFE